POESÍA DE ANTONIO GALA
(Brazatortas, Ciudad Real, 1937) Dramaturgo, novelista y poeta español. Criado en Córdoba, realizó sus estudios primarios y de bachillerato en la ciudad andaluza, en un colegio de La Salle. Posteriormente estudió Derecho en la Universidad de Sevilla, y tras obtener la licenciatura, Filosofía y Letras y Ciencias Políticas y Económicas en Madrid. Tras algunos años de dificultades económicas, en los que tuvo que trabajar como peón de albañil, repartidor de una panadería y dar clases, residió algún tiempo en Florencia. Fue profesor de Filosofía y de Historia del Arte en diversos colegios de Madrid.
Voy a hacerte feliz
Voy a hacerte feliz. Sufrirás tanto
que le pondrás mi nombre a la tristeza.
Mal contrastada, en tu balanza empieza
la caricia a valer menos que el llanto.
Cuánto me vas a enriquecer y cuánto
te vas a avergonzar de tu pobreza,
cuando aprendas -a solas- qué belleza
tiene la cara amarga del encanto.
Para ser tan feliz como yo he sido,
besa la espina, tiembla ante la rosa,
bendice con el labio malherido,
juégate entero contra cualquier cosa.
Yo entero me jugué. Ya me he perdido.
Mira si mi venganza es generosa.
Almuñecar
Durante un anochecer en esta playa te amé tanto
que una respiración
para los dos bastaba.
Suspendieron el mar, para mirarnos,
su armonioso escalofrío,
y su unánime vuelo de gaviotas.
Se divertía el agua, sonrosada,
como si fuera a amanecer,
y se posó el silencio sobre el aire
lo mismo que un jilguero en una rama.
No existía para el amor
futuro ni pretérito:
todo era eterno instante….
Y de repente, sobre tus hombros
observé, mientras te besaba,
que nos veían ojos codiciosos.
No supe si eran de los viejos fenicios
o quizá de la noche…
No tardó en quedar claro
dónde va el ruiseñor cuando mayo termina.
La muerte que los devoró a ellos,
sigilosa nos acechaba.
Nuestro amor, como el de ellos, fue vencido.
Pero yo te amo todavía.
ANTONIO PRECIADO BEDOYA
Antonio Preciado Bedoya (Esmeraldas, 21 de mayo de 1941) es un poeta, ex-embajador, ex-ministro, humanista y catedrático universitario ecuatoriano. Hijo de Víctor Preciado Cortés (de orígen colombiano) y Felisa Bedoya Esterilla (de orígen esmeraldeño). Su padre, abandonó el hogar cuando él tenía pocos años de edad y lo dejó junto a su madre y sus 4 hermanos. En su niñez tuvo que lidiar con varias adversidades, como fue la pobreza. Con el paso del tiempo logró terminar los estudios primarios, para empezar a cursar los estudios secundarios, en el Colegio 5 de Agosto; de la ciudad de Esmeraldas. Cuando obtuvo el título de bachiller, se trasladó a la ciudad de Quito para ingresar a la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, en la cual escogió la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas, carrera la cual logró terminar, obteniendo el título de Licenciado.
Debido a los logros obtenidos como poeta, es considerado como uno de los máximos exponentes de la poesía esmeraldeña junto a Nelson Estupiñán Bass.
Sus participaciones internacionales, han captado la atención de el periodista argentino, Modesto López, quien realizó un documental sobre su trayectoria. Por parte de su pueblo natal, ha sido objeto de ovaciones, pues es considerado como un "Valuarte de Lucha".
POEMA CON PÁJARO ROJO
Ya está de nuevo aquí
el pájaro de fuego
que viene por las tardes cuando escribo
y se queda conmigo por poemas enteros,
gorjeo tras gorjeo,
palabra tras palabra
Yo contemplo en silencio su afable llamarada
cuando con devoción anida entre mis versos
y permanece quieto
mirándome,
mirándome,
como queriendo ver si también tengo alas.
De boca en boca, 2005.
RECUERDOS DE LAS VIDAS QUE TODAVÍA NO VIVO
Lo que en verdad importa
es que aquí estemos todos
y que, a partir de todos,
los padres de mis padres,
los padres de los padres de mis padres,
y así por ese rumbo remoto al infinito,
hasta los más remotos de mis tatarabuelos
hayan salido a mí
y que conserven fresco,
patente
y vivo mi recuerdo;
lo mismo que los hijos de mis hijos,
los hijos de los hijos de mis hijos,
y así en lo sucesivo
en el otro infinito de los tataranietos,
cada uno, desde ahora, ya haya recibido
lo que tengo también de todos ellos.
Una memoria eterna
permanece en vigilia entre mis infinitos
en comunión conmigo,
en un solo desvelo,
esperando el pasado,
recordando el futuro
y ejercitando el incesante rito
de unir a tiempo en mí los dos extremos.
De ahora en adelante, 1993.
DOLORES VEINTEMILLA
Dolores Veintemilla de Galindo, privilegiada con notables talentos artísticos, pues cultivaba la música y manejaba con habilidad el pincel, es la poetisa sin par en nuestro Parnaso, la Sapho americana.
No obstante su hermosura, realzada por tan singulares talentos y dones naturales, su corta vida fue desgraciada pues falleció trágicamente en Cuenca, abandonada de su esposo, a quien reprochó en su inmortal poesía «Quejas», eco profundo de la agonía moral que la impulsó a quitarse la vida, en la noche fatal del 23 de mayo de 1857, a los 26 años, dejando como por casualidad un manojo de poesías inmarcesibles, las que recogió y publicó el conocido literato Celiano Monge.
¡QUEJAS!
¡Y amarle pude!... Al sol de la existencia
se abría apenas soñadora el alma...
Perdió mi pobre corazón su calma
desde el fatal instante en que le hallé.
Sus palabras sonaron en mi oído
como música blanda y deliciosa;
subió a mi rostro el tinte de la rosa;
como la hoja en el árbol vacilé.
Su imagen en el sueño me acosaba
siempre halagüeña, siempre enamorada;
mil veces sorprendiste, madre amada,
en mi boca un suspiro abrasador;
y era él quien lo arrancaba de mi pecho,
él, la fascinación de mis sentidos;
él, ideal de mis sueños más queridos;
él, mi primero, mi ferviente amor.
Sin él, para mí, el campo placentero
en vez de flores me obsequiaba abrojos;
sin él eran sombríos a mis ojos
del sol los rayos en el mes de abril.
Vivía de su vida aprisionada;
era el centro de mi alma el amor suyo,
era mi aspiración, era mi orgullo...
¿por qué tan presto me olvidaba el vil?
No es mío ya su amor, que a otra prefiere;
sus caricias son frías como el hielo.
Es mentira su fe, finge desvelo...
Mas no me engañará con su ficción...
¡Y amarle pude delirante, loca!
¡No! mi altivez no sufre su maltrato;
y si a olvidar no alcanzas al ingrato
¡te arrancaré del pecho, corazón!
JORGE TORRES CASTILLO
Poeta ecuatoriano nacido em 1929. Libros principales: Ámbito de la voz rebelde, El escorpión sumergido y El Misal y la Serpiente.
EL ESCAPULARIO
Alguien para tomarle el pelolo confundió con dios.Puso bajo su cuerpo una vela adelantey otra atrás.Se persignó tres veces, en cuclillas,bajo sus testículos.Imprecó por el hambre,por la impotencia,por las píldoras anticonceptivas,por los calzoncillos manchados de semeny excremento,por el presupuesto que se consume en la dieta,en la faja elásticay en las colorantes de la mujer;por el dueño de casa acechándolo,por la amante humillándoloen media cama,por la vergüenza de sonreírse,con los labios cerrados,para ocultar las encías huérfanas de dientes,por la deprimente costumbre de rascarse,cepillarse los dientes,fornicar y morirse en cada coito,como si se exprimiese desde adentro,como si dios encerrado en su vientrese convirtiese súbitamente en una absurda erección.El hombre, de pie, confundido por tan raro ofertorio,pateó las velas,deglutió un carajoy construyendo el aire divino de sus víscerasse orinó en cruz sobre la augusta calva de un feligrés.
ALEYDA QUEVEDO ROJAS
Quiteña, periodista y poeta. Dice: La poesía que amo es pasión y conocimiento, es aquella que logra hilar visiones y presagios como lo intuyó Hölderlin. Ha publicado los libros de poesía: Cambio en los climas del corazón. Quito, 1989; La actitud del fuego. Lima, 1994; Algunas rosas verdes. Quito, 1996; Espacio vacío. Quito, 2001; Venezuela, 2006; Música oscura. Almería, 2004; Soy mi cuerpo. Quito, 2006.
FIN DE MI SUERTE
Mi útero reposa
en la bandeja de cirugía
Se vuelve ceniza
en los basureros hospitalarios
No tengo por qué mantener
compromiso con el misterio
No adivino más la suerte
He quemado el tarot.
PARA VOLVER A MÍ
Mi cuerpo pequeño
cruza limites helados
con la espalda encorvada
y um Blanco camisón
Primer aviso
a mi terrible vanidad.
UNA CERTEZA
Me deslizo
entre camas metálicas
y tanques de oxigeno
Estoy helada
En el fondo marino de este hospício
Ya mis deudos aceptan que las cenizas
regresarán a las montañas
de donde salí
cuando las piedras se movieron
por la fe de mi padres.
MÚSICA OSCURA
Cuánto dolor tolera
la suma del cuerpo
Su perímetro helado
termina los deseos.
ARCANOS MAYORES
Lavo mis penas
pero no alcanzo el vacío supremo
El agua del cielo
baña los animales de la tierra
Mas no te hallo en ese rio infinito
de amores flotantes.
NETGRAFÍA: POESÍA IBERO AMERICANA
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